En un mundo donde el cuidado del medio ambiente es un imperativo, la eficiencia comienza con la educación. Solo con tener un fácil acceso a la lectura del medidor de energía de nuestro hogar, podemos rastrear qué es lo que consume más (o menos) energía y cuándo. Después, con esta información en nuestro poder, solo se trata de optimizar el consumo y así monitorizar el consumo de energía en el hogar. Tomando como referente las necesidades más básicas de uso (luz, agua caliente, frigorífico, calefacción..) y con los grandes avances en domótica, podemos crear horarios automatizados para maximizar la eficiencia de nuestro hogar. De esta forma, conseguimos reducir la factura de energía de forma drástica, asegurándonos de que no se pierda ni una gota de la valiosa energía.

A la búsqueda de soluciones para monitorizar el consumo de energía en el hogar

Cuando buscamos soluciones para monitorizar la energía de nuestro hogar, es fácil encontrar diferentes tipos de sistemas. Podemos empezar con un pequeño enchufe que monitorice, con un sistema sencillo, para ver el consumo de energía que está siendo utilizado por un dispositivo específico, como por ejemplo el frigorífico o la televisión (smart TV). Pero lo recomendable es utilizar dispositivos de monitorización de energía que estén integrados dentro de nuestro sistema de domótica, ya que de esta forma logramos reducir la cantidad de dispositivos adicionales que se encuentran en la red wifi de nuestro hogar.

Sistemas de gestión de energía en el hogar: la integración

¿Podemos conseguir que nuestro hogar nos haga sentir más cómodos, ahorrar dinero y ayudar al medio ambiente al mismo tiempo? Los expertos en domótica consideran que contar con un buen sistema de administración de energía en el hogar puede ayudar a que nuestro hogar inteligente sea dinámico y eficiente mientras optimiza el uso de energía. Si, por ejemplo, contamos con paneles solares o algún otro tipo de generación de energía independiente de la red, un sistema de administración en nuestra casa también puede ayudar a optimizar la forma en que nuestro hogar utiliza esa energía.

Monitorizar el consumo de energía en el hogar

Monitorizar el consumo de energía en el hogar

Como cualquier aplicación domótica, un sistema de gestión de energía en el hogar se compone de dos tipos de componentes; hardware (aparatos) y software (aplicaciones o programas). En este sentido, puede ser que con el tiempo hayamos instalado ya algunas de las funciones domóticas más comunes en la actualidad, aparatos que hagan funciones  como control de clima, iluminación automatizada, cortinas motorizadas y enchufes inteligentes. Todo esto nos hace la vida más cómoda cada día, pero lo que realmente marca la diferencia en un sistema de gestión de energía es la capacidad de analizar los datos de energía.

La administración de energía permite que todo nuestro hardware y dispositivos inteligentes funcionen juntos de la manera más eficiente posible. Desde el centro de administración de energía de nuestra casa, podemos monitorizar todos los dispositivos, encenderlos y apagarlos, y ajustar la automatización que deseamos. Podemos establecer horarios o bien dejar que el sistema descubra qué funciona mejor para nuestros objetivos de consumo y ahorro.

Tomar consciencia del uso que hacemos de la energía

La mayoría de nosotros no somos conscientes de cómo nuestras acciones diarias afectan el uso de energía de nuestro hogar. Dejamos las luces encendidas y las cortinas de las ventanas abiertas al azar y, a su vez, nuestros sistemas de aire acondicionado tienen que trabajar más y más para mantener nuestra casa en el estado de comodidad que deseamos. Hasta hace pocos años, estos factores eran un misterio para determinar el valor de nuestro desperdicio de energía. Y la mejor forma de frenar ese desperdicio es combinar el hecho de monitorizar el consumo de energía en el hogar con el control y la automatización del mismo mediante la domótica.

Una responsabilidad individual cada vez mayor

Con la explosión del consumo de energía en los hogares privados y el aumento de las restricciones ambientales y regulatorias, la necesidad de mejorar la eficiencia general de las redes eléctricas nunca ha sido mayor. Ante este panorama, la forma más eficiente que tenemos cada uno de nosotros, como individuos, de minimizar el consumo de energía es mediante la reducción voluntaria del consumo de energía eléctrica en cada uno de nuestros hogares.

La mejor forma a día de hoy, consiste en basarnos en el conocimiento de la energía y en la reducción automática (o manual) de la energía de reserva de los electrodomésticos inactivos. Es cosa de todos y cada uno.